El concepto de enraizamiento o grounding se refiere a la conexión energética entre el pie de una persona y la tierra. Refleja la cantidad de energía o sentimiento que desarrolla el individuo en la parte inferior de su cuerpo. El sentimiento de seguridad e independencia está íntimamente ligado al funcionamiento de sus pies y piernas. El objetivo es hacer que el paciente se ponga en contacto con la realidad en que se mueve, con su cuerpo y con su sexualidad. Comenzamos por las piernas y los pies porque son los cimientos y el sostén de la estructura del yo, pero también desempeñan otras funciones.
El contacto con la tierra proporciona una válvula de seguridad para descargar el exceso de excitación. Tener los pies en el suelo (energéticamente hablando) rebela que el sujeto está en contacto con la realidad; que no opera bajo el desvarío de ninguna ilusión.
El sentimiento de seguridad no nace de "pisar más fuerte" sino de saber quién se es y dónde se está, para lo cual se necesita un buen contacto consigo mismo y con la realidad, lo que a su vez supone una buena capacidad de integración que posibilite una autopercepción satisfactoria.